Por: Esteban Saldaña Gutiérrez Ingeniero Industrial |
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11-12-2022 | Llega a su fin el año 2022 y con ella el festín millonario de los alcaldes. Cada uno de ellos guardará en su conciencia lo que hicieron y lo que dejaron de hacer; lo que realmente invirtieron en el desarrollo, la grandeza y la necesidad del pueblo y lo que esos alcaldes destinaron para fines noc santos y que se extraviaron en caminos inhóspitos hasta llegar a bolsillos ajenos.
Dice un maquiavélico refrán: En arcas abiertas hasta el justo peca. No es tan cierto. Pero bueno. El estado asigna esos recursos para que los alcaldes los administren, de manera clara y transparente. Para que los regidores fiscalicen. Para que la Contraloría sigan los pasos de esos dineros. Para que la Fiscalía prevenga el delito o si se ha consumado promueva su investigación y el Poder Judicial sancione.
Esa es la estructura del estado, que con bombos y platillos, en plazas y plazuelas los “dignos” representantes del Estado proclaman que fiscalizarán el dinero del estado. Mentira. La Contraloría, cuyos funcionarios reciben jugosos sueldos, está literalmente de adorno. Los fiscales, pintados en las paredes. Poder Judicial, nunca recibe carpeta fiscal alguna. Policía Nacional, para que comentar.
Una de las causas de la pobreza del pueblo es el latrocinio desembozado. Donde está los casi dos millones de soles que el estado depositó a las arcas municipales de mi distrito, Tantará. Nadie sabe nada. Donde están las obras, en ninguna parte se ve obra alguna, ni para muestra. Señal de telefonía e internet, no existe, solo se piratea de Huamatambo o San Pedro. Solo para citar algunos casos.
Ojala que vengan tiempos mejores. La esperanza no se pierde. Felicitaciones y que Dios y la patria premien aquellos alcaldes que si trabajaron por su pueblo y si mostraron las cuentas, de manera clara. Que Dios y la patria demande aquellos alcaldes de pacotilla, granujas, pillos y sinvergüenzas de todos los pelajes.
Nivel Nacional y sus taras
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